Violeta, contigo ya ganamos el Mundial

Escrito por: RodForChoice

¿Cómo sería Violeta Parra si hoy viviera como una artista independiente? Con Sonidos Ocultos, tratamos de imaginarlo y, aún en nuestras mejores volás, no logramos visualizarlo. Fue por eso que este 4 de octubre -a cien años de su natalicio- llegamos hasta Matucana 100 para el estreno de Violeta: la rockera contemporánea. Aquí te contamos porqué sería bueno que vayas a verla.

La obra nos invita a entrar a la intimidad de una casa/sala de ensayo de unos cabros que inician con una obertura piola que parte con un redoble de batería y crece a medida que se integran las cuerdas; bajo y guitarra respectivamente. La joven Violeta entra en escena con un soliloquio en el que interpela a Dios, ese mismo que le agarró el vestido y le zapateó una cueca.

ORIGINAL PUNK

La original punk deja en claro desde un principio que ha venido a poner las cosas en su lugar, viene a aclarar que le gusta el dolor. Tanto le gusta que asegura que va a hacerle el amor o se van a matar mutuamente. Es intensa desde un principio. No pretende ser la mismísima, pero logra invocarla y encausarnos hacia un concierto con emoción latente en cada interpretación.

La actriz Claudia Cabezas es una cantante de rock de nuestros tiempos que invoca a su alterego con veracidad. ¿Cuánto rato tuvo que pasar para que Violeta fuera considerada y valorada como compositora? Seguramente en sus inicios nadie la pescaba. Con suerte la apañaron algunos…sus amigos…sus familiares, tal vez. Hoy, después de 100 años de su nacimiento, recién vemos que realmente hay conciencia entre los chilenos y ahora inflamos el pecho pa hablar de ella.

El segundo tema suena en un pulso a lo White Stripes, hay ironía acorde a la contingencia. Burlas en contra de los actuales candidatos presidenciales. Hay guiños claros a la música que nos ha invadido, una con la que las nuevas generaciones tienden a identificarse. Breve quiebre y el batero, interpretado por Nicolás Zárate, ahora se luce en el charango sobre un sofá que cobrará protagonismo más tarde.

La Party Calavera, Violeta Parra

«Mar para Bolivia…» versa tímidamente mientras va impresionando con su manejo en el instrumento. Es un deleite para nuesta hambre de tablas. Un equilibrio perfecto entre la obra de teatro y un concierto de rock. O, contraderechamente, punk…sí un punk dedicado para «ese Ejército opresor de Chile», como ella señala finiquitando con un majestuoso y bello «¡CHÚPALO!», propiciando la primera gran ovación de la gallá.

«Yo le canto a la diferencia» y cuánta razón le pone, porque un año nuevo sin ti puta que se nota. Duele tanto como la derrota en canchas cariocas. Esa es la sensación latente; esta cabra comunica con cuática. Es fácil identificarse y vibrar con ella, pero la verdad es que no creo haberlo sentido antes. Yo soy de los que nos criamos escuchando rezos de Seattle, actualmente, un viudo de Cornell. De los que jugamos fútbol haciendo paredes en las cunetas, esos que justificamos nuestras pena de anoche culpando a la llegada de la primavera. Una diferencia color morado y negra, tozudo como la Violeta del Carmen. Me costó, pero hoy me cayó la teja y sus composiciones me resuenan en la cuchara.

El Bajista, Víctor Montero, tenía el look típico del chilensis bass player. Sus converse, su camisa a cuadros, sus coros más gritados que afinados. Un wn simpático y que la goza. Buenísima densidad cuando se acoplaba a las bases y a los tarros con tonalidades oscuras, seudo industriales, pero siempre con su toque folk. Es conmovedora la dramaturgia de Cristián Figueroa, recomiendo ir a verla más de una vez. Sin desmerecer la dirección de Jesús Urqueta, dudo que ahora puedan repetir esa salida con «Come As You Are» de fondo mientras el cielo lloraba pal #DiaDeLaMúsica. (Al margen, tremenda Pascuala Ilabaca «teloneando» esta tocata con su belleza y su Fauna).

Es un show de rock contestario con cadencia de matices violetas. Desconozco el origen de las líricas realmente, pero aún así me suenan a un vino reposado de uvas colgadas con excelente tratamiento en las parras de un parrón que sigue produciendo y reproduciendo hasta volver a los 17. Una y otra vez, por más de un siglo y seguramente se iría a morir en las praias de woodstaqueras si pudiera hacerlo. ¿Cuánta música independiente nace cuando otra muere? Desde ese punto de vista el legado de las bandas persiste y se hace eterno gracias al arte. Es esa la enseñanza de esta propuesta y «Nothing Else Matters».

Podría seguir dando la lata por horas. Ni siquiera he mencionado a Gonzalo Martínez. Ese guitarrista eléctrico y fogatero que hace de franchute a ratos. Un europeo que, por cierto, sabe apreciar la música propia de un territorio que no le pertenece. O más bien, no debería sentirlo suyo, pero aún así es insistente en es esa búsqueda de música local y ejemplifica claramente la incongruencia en nuestra idiosincrasia chilena.

Salgan del sofá y vayan a acercarse al de esta cabra y sus amigos. En una de esas se cagan de la risa con las canciones improvisadas que rematan a carcajadas con el público. Sepan ubicarse y escojan con detención qué asiento van a ocupar, a veces cuando hay espacios se sienten más cerca de las cosas. No quiero dar más spoilers.

Respecto al sonido y las luces, dos cosas; 1) He quedado ciego jajaja Ni pa la gira de NIN el 2008 había quedado con tantas crisis epilépticas; y 2) A ratos la guitarra semi hollow no tenía presencia y era imposible no incomodarse y querer partir a subirle un puntito, a lo menos, pa la sala. De ninguna manera fue una molestia, me quiero repetir el plato (pa variar). Si a ti también te interesa, anota las coordenadas:

Matucana 100
TEATRO PRINCIPAL
Del 4 al 20 de octubre
Jue a sáb 21 hrs, dom 20 hrs.
$5.000 general
$3.000 est y 3ra edad
$2.000 jueves popular
Duración: 100 minutos
Todo espectador

Advertencia: No sea cuma y si va a compartir el diseño de la Original Punk, al menos sepa respetar el trabajo de La Party Calavera

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