Este show tuvo de todo, desde una destacada performance visual hasta un sonido brutal y una conexión con el público que no veía hace mucho tiempo en un concierto de rock chileno. Weichafe es más que una banda, es un ícono para el rock nacional que nos representa a muchos, por su trabajo profesional, autogestionado y sobretodo con una identidad única, tanto en la interpretación como en la composición de sus temas.
Por lo anterior y sumado a otras características, es que este era un evento imperdible y así lo manifestaron los más de 4000 mil fanáticos que agolparon el Teatro Caupolicán. Eran las 21:00 Hrs cuando la luz se apagó y comenzó el show, siendo Gonzalo Frías quien dio el punta pie inicial a esta noche histórica, entregándonos el contexto de la vuelta del guerrero a los escenarios. Se proyectó el video de “Al patíbulo” de los contertulios de Machuca, posteriormente salieron los gladiadores a su coliseo, Mauricio Hidalgo (batería) en primer lugar, seguido por Marcelo Da Venezia (bajo) y el líder natural de la banda Angelo Pierattini (voz/guitarra).
Otra de las cosas interesantes de este show, fue la variada gama de pasajes sonoros, pasamos desde el hard rock hasta canciones indies con tintes folk y esto sólo lo puede hacer bien una banda con varios años de rodaje, pasando a temas eléctricos y contundentes que hicieron estallar al Caupolicán en variados momentos del show como por ejemplo lo vivido con “Tierra oscura del sol” donde Ángelo Pierattini se lució y demostró que el rock chileno tiene cojones y un estilo propio prolongando el tema por varios minutos con una distorsión ruidosa y psicodélica, un momento que hizo a muchos poner la piel de gallina.
Otro momento memorable se vendría en momentos posteriores, cuando la banda de sorpresa se sitúa en las galerías del teatro en un mini escenario acústico donde interpretaría 3 piezas “Dios es sólo para algunos” “Paño de Luis” y “De espalda al cielo”, donde surgió Matías García Undurraga (vocalista de Horeja), quien sorpresivamente pediría la mano de su pareja, la cual había conocido hace algunos años atrás en un concierto de Weichafe, sin duda otro de los grandes momentos inolvidables de la jornada.
Otro de los puntos para destacar fue la interpretación de “Incendiando infiernos” nuevo track de la banda y que puedes descargar gratuitamente desde este enlace, demostrando que la banda aún tiene ideas para seguir creciendo musicalmente hablando y que aún tiene para seguir siendo un real aporte al rock nacional.
Para destacar no podemos no señalar el peak de la noche “Ripio y soledad” “Hazme dormir”, qué temas, que recuerdos, provocando en el respetable un gran mosh en toda la cancha como si fuera un concierto de Cannibal Corpse o Iron Maiden, realmente brutal e inolvidable.
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