Desde el primer minuto, Andragon, una agrupación metal de Valparaíso, fue un golpe directo a la cabeza, como la portada del “Vulgar Display of Power” de Pantera editado en 1992. Si bien no tiene el poder de esa placa de Pantera, tiene sus méritos y logros bien alcanzados. Es potente y sin rodeos. Un gancho certero.
El trabajo es macizo. Entretenido. Vital. Esos son algunos de los calificativos que podrían definir a “Ciudad Abismo”. De hecho, uno queda con gusto a poco porque es un disco es ágil y no entrega respiros. Es como un viaje en tren: uno se sube y espera hasta las estaciones o bien, hasta el punto final del recorrido. La gran diferencia es que “Ciudad Abismo” no se detiene en ninguna estación y llega rápido, como una tromba, hasta la última parada del tren.
Aunque no es punto negativo. Al contrario, es mejor que así sea. Un viaje directo, rápido, a velocidad crucero, explotando todos los recursos dentro de lo que se puede y dejando recargado al oyente. Cada track tiene su onda, con todos los ingredientes del buen metal. No le falta nada. Por tal motivo, creo que tiene mucho más que entregar al medio y deben, tienen, que cumplir más y más y más viajes del tren.
Espero, a título personal, que Andragon siga manejando trenes, con la misma intensidad, velocidad y control hasta el final. Que no sucumban ante otros carros y sigan fiel a su estilo, que, no hay que decirlo, tiene muchos adherentes en Chile y que desean diariamente viajar en trenes de este tipo.