Bagual: II Viento Norte

Mucha tinta se ha derramado sobre la apología a los segundos discos. Qué son la prueba de fuego, o que las circunstancias en las que se gestan son muy diferentes a sus predecesores, y siempre bajo el fantasma del “las segundas partes nunca son buenas”. Con todo, el balance al escuchar una y otra vez “II: Viento Norte” de Bagual, no puede sino calificarse como positivo, no sólo por ser un disco que consolida el particular sonido de la banda, sino porque también se atreve a incursionar en nuevas estructuras, refrescando el catálogo, en una apuesta que logró su cometido: buenísima música que no se encasilla, ni deja indiferente.

Tras su experiencia con Converse Rubber Tracks, y el trabajo realizado con Pablo Giadach, el disco hace honor a su nombre, trayendo frescor, sin perder la identidad de la banda, quienes abren con los riffs de “Amanecer”, un tema que engancha bien con lo que la banda mostró en su primer LP, “I: Viento Sur”, con ese tempo sincopado muy en la onda “Children of the Grave” de Sabbath, con juegos vocales interesantes y un Pelao Inostroza que comanda un bajo potente que permite a las guitarras jugar con las texturas y los ímpetus, trabajo que también se logra de sobremanera en “Maeses”, donde Machuca (primera guitarra) y el Rucio (Yañez, vocal/2da guitarra), dan rienda suelta a un ir y venir de enganches, muy bien acompañados de la batería de Alejandro Clavijo, con harto fuzz y un coro pegote que da paso a un puente a la altura de bandas del circuito de psicodelia santiaguina, en una apuesta que funciona muy bien mezclando estilos.

El tercer corte es “La Montaña”, uno que responde más al cartel de stonner que cualquier otro del disco, que sirve para bajar un poco las revoluciones y preparar el viaje del oyente. ¿Un track para un viaje en carretera capeando el calor? Éste es el indicado. Y si “La montaña” es la huida, el siguiente tema, es la llegada a un nuevo destino; “Horizonte de sucesos” es una composición de gratas sorpresas que muestran una nueva faceta de Bagual. Más lenta y melódica, y no por ello menos pesada, la canción es reflejo de la madurez de una agrupación que no se duerme en la eficacia de una fórmula probada.

Ya en la segunda mitad del disco, el cuarteto apuesta a temas dirigidos a la introspección. “Kutral” eleva el espíritu en una oda a demonios de fuego y cicatrices que guían el camino, predicando que los porrazos son parte de vivir, y la fuerza radica en ponerse de pie y seguir el tracto, al tiempo que  “Asamblea” y “Viento Norte” funcionan como un trance rumbo al cierre. “Asamblea” es una narración épica, sin caer en clichés, con mucho matiz y juego de voces,  mientras que “Viento Norte” ataca con aparente simpleza y tremenda eficacia, guiando como un chamán el cierre de un viaje que saca cuentas positivas por donde se le mire. No sólo por entregar canciones de alta factura, sino por innovar, destacándose una excelente ejecución, composición y una notable mejora en la interpretación vocal, empinando este disco entre los mejores lanzamientos de este 2015.

Quedando a la espera de las copias físicas de este tremendo trabajo, y de las fechas venideras, Bagual: II Viento Norte es la alegoría a un viaje que tiene hoy por hoy a sus autores en buena senda, sea donde sea que quieran llegar, porque queda manifiesto que estos cuatro músicos logran lo que se proponen.