Desire Of Pain – Fragments of a crystalized absenceespera un momento...
lunes 21 de marzo, 2011
Escrito por: Equipo SO
Que grata sorpresa. Desire of Pain se luce con este disco, una combinación equilibrada de varios componetes que tienen como resultado un trabajo bastante destacdo e interesante, precisamente por esa mezcla y juegos muy bien realizados y logrados. Una voz ideal para este estilo, sumado a una potencia instrumental a la que se agrega una gran pulcritud.
Revisaremos, brevemente, cada uno de los 8 tracks que conforman “Fragments of a Crystalized Absence”:
Whisper of death: Notable, potente y acertado inicio de disco. Es una excelente carta de presentación, diciendo o exhibiendo con claridad con qué nos encontraremos en el resto del disco. Es muy rockera y tiene quiebres que la enriquecen. Opeth se viene a la mente.
Confession/ regret: Mantiene la potencia del inicio y el guiño a Opeth es evidente y muy acertado. Otro gesto que se agradece porque la canción y el sonido es el mayor beneficiado. Los quiebres y cambios dicen presente otra vez. Con ellos es posible descubrir otras facetas y logara que cada instrumento se luzca. También hay una referencia a Porcupine Tree.
Mount of perdiction: La fórmula continúa incólume su camino. Potencia, pero sin dejar de lado la melodía son algunos ingredientes. La voz actúa en los segundos precisos y con gran acierto, siempre flanqueada por la musicalización que va y viene de un lado para otro manteniendo al oyente como en una montaña rusa muy ágil.
Destroy the mandes: Notable introducción de batería que da paso al poder de Desire of Pain. Todo lo escuchado hasta ahora se confirma en este track. Canciones de buena duración que pasan volando. Los cambios están en el momento indicado y aportan con atmósferas sonoras que hacen de la canción un verdadero placer. La solidez del disco es un hecho.
Empty words: La tranquilidad no podía faltar. Es un oasis dentro del disco, un oasis salvador. Excelente que también se atrevan con, si se puede decir, “balada” ya que le dan medio a medio. Sin dudas, es un golpe diferente y valiente porque innova dentro de su mismo sonido. Porcupine Tree manda saludos a la distancia.
The moon is stained in blood: Rápida, hace olvidar de golpe al track anterior y te sitúa en el terreno donde Desire of Pain se siente más a gusto. No deja de sorprender el vuelo que toman a medida que el álbum avanza. No menos asombroso es la mezcla que hay en cada canción, con distintos sonidos y tiempos. La voz es, a ratos, el alma de la fiesta. Termina sutilmente, en paz.
Fixing in silence: Quiebre inmediato: volvemos a la potencia y vértigo acentuado por esa voz que durante el disco muta dependiendo del para que la necesitan. Es otro golpe fenomenal dentro del disco. El final con ese tono sobrecogedor es genial.
In your arms: El cierre que merece un disco de este calibre. Once minutos de perfecta sincronización y coordinación. Si hubiese sido un final con otra canción, habría sido decepcionante. Término de etiqueta, elegante a la altura de las circunstancias. La verdad, que dure once minutos ni se nota porque con los cambios y elementos combinados se pasa rápido. Hay voces femeninas que le quedan perfectos. Es un track que resume con mayor fuerza lo que fue el disco en su plenitud. Si al principio hicieron una presentación, ahora regalan un final digno, preciso y arrollador.
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