Tres años después de lanzar su disco debut Transgresores del Sistema, la banda rancagüina Eskoria Humana irrumpe con su segundo disco de larga duración, titulado Irresponsable.
El proceso de maduración es evidente: el punk rock que poblaba de forma casi exclusiva su primera obra, comparte espacio ahora con otros géneros emparentados como el hardcore melódico, el ska y el pop punk, ampliando el paisaje musical sin perder la coherencia estilística que la base más dura de fans de este género suele exigir. El punk de Eskoria Humana conjuga música socialmente comprometida con una actitud adolescente y relajada.
La prolijidad técnica no es un atributo que caracterice a este tipo de música, y los muchachos de Eskoria Humana claramente no son la excepción: su música es directa, frontal y enérgica. Sus letras denuncian las carencias de nuestra sociedad sin ambición de demostrar virtuosismo ni pretensiones líricas. Riffs sencillos y letras crudas son el vehículo de su mensaje.
Detrás de la crudeza de su música, sin embargo, hay una ejecución impecable y una buena producción musical y técnica. Aquí definitivamente no aplica el “toco punk porque toco mal”.
La voz y guitarra de Nico, su vocalista, en conjunto con su compañero de las seis cuerdas Pinwino, encuentran en el bajo de Tito un inmejorable aliado para potenciar sus riffs mediante unísonos y contrapuntos que dan un sabor especial a sus canciones. Todos ellos descansan sobre el impecable trabajo de Vixo en la batería que, hay que decirlo, es el principal responsable de la potencia y energía de Eskoria Humana.
Irresponsable es un álbum parejo sin grandes puntos bajos. No obstante, en los doce temas que componen el álbum (un disco inusualmente largo para nuestros tiempos), nos encontramos con puntos altos como el ska punk de Jugando a mentir –que es además una de las pocas canciones que cuenta con solos de guitarra- y el hardcore melódico de Bésame el ano.
El mejor tema del disco, sin embargo, está en Mi funeral: una pieza inusualmente profunda y reflexiva. Más allá de ciertos errores semánticos en la letra, la forma en que la canción está estructurada y arreglada no hace más que profundizar el sentido de una canción fatalista, cargada de pesimismo.
Con dos discos en el cuerpo, Eskoria Humana ha demostrado ser una banda con el talento y la disciplina de su lado. El desafío ahora, es ver cómo logran distinguirse de otras bandas de su estilo para hacerse de un sonido propio. En nuestros tiempos, con tantas bandas haciendo música, este objetivo se hace cada vez más difícil. Pero esta es una banda con las capacidades (y las pelotas) necesarias para lograrlo.
Eskoria Humana – Irresponsable (2017)
Three years after releasing their debut album Transgresores del Sistema, the Rancagua-based band Eskoria Humana breaks in with their second Long-Play album, entitled Irresponsable.
The maturing process is crystal clear: the punk rock shown on their first album is sharing space with other music genres like melodic hardcore, ska and pop punk, widening the musical landscape without losing a bit of the musical consistency usually claimed by the hardcore fans of this kind of music. The punk music performed by Eskoria Humana mixes socially-compromised music with a chilled, teen-liked attitude.
Technical exhaustiveness is not usual on this type of music, and Eskoria Humana is no exception: their music is straight-forward and energic. Ther lyrics reveal the problems of our society without any ambition of showing off virtuosity of lyrical aspirations. Simple riffs and raw lyrics are the vehicle in which their message travels.
Behind their raw music, however, there is a flawless performance and a good technical and musical production. The premise of “I play punk because I play badly” doesn’t run here.
The guitar and voice of Nico, their lead singer, along with his six-strings partner Pinwino, find a perfect ally in Tito’s bass in the job of powering-up their riffs, through unisons and harmonic counterpoints, giving their songs a special taste. All of them rest on the flawless work of Vixo on drums who, must be stated, is the main responsible of the power and energy of Eskoria Humana.
Irresponsable, as an album, doesn’t have big low spots. Along its twelve tracks (an unusually long album for our times), however, we can find high spots like the ska punk of Jugando a mentir –which, besides, is one of the few songs with guitar solos- and the melodic hardcore of Bésame el ano.
The best of the album, however, can be found on Mi funeral: an unusually deep and reflexive song. Beyond some mistakes on semantics, the way the song is structured and arranged doesn’t do anything but making a deeper sense of fatality and pesimism.
With two albums on their backs, Eskoria Humana has proven to be a band with talen tan discpline on their side. The challenge now is to see how they can make a difference between them and other similar bands, to make a name and a sound of their own. In this time, with so many bands making music, this goal gets harder and harder. But this is a band with the talent (and the balls) to make it.