Marcos Sánchez – The path of the Empress, part 1 (2017)espera un momento...
martes 28 de marzo, 2017
Escrito por: Martin Poblete
Siguiendo los pasos de sus compañeros de banda, el bajista de Delta Marcos Sánchez crea una nueva línea artística personal con el lanzamiento de su primer disco como solista. Inspirado en los arcanos mayores del tarot, y valiéndose de su rica técnica instrumental, el joven músico presenta la primera parte de una obra concebida para ser una trilogía.
Una cosa queda clara desde el principio: este es un disco en el que el bajo eléctrico es el protagonista. Sánchez es un virtuoso de su instrumento, y lo sabe. Por eso es que no tiene empacho en sacar todos sus recursos a la luz y lucirse con técnicas de slap, tapping, chord melody y más, para el deleite de los amantes de las bajas frecuencias.
El arte del disco es otro cuento: ¿una portada animada? ¡Cómo es que a nadie se le ocurrió hacerlo antes! Genial, por decir lo menos.
El álbum desfila por diversas aristas del rock progresivo. Al igual que el disco Nuevos Horizontes de su compañero de banda Nicolás Quinteros, Marcos Sánchez amplía el espectro más allá del metal, abriéndose a otras influencias.
Así, a lo largo del álbum podemos encontrarnos con la influencia del jazz funk de The Star, los tintes baladísticos de The Hanged Man y The High Priestess y, por supuesto, la constante influencia del rock progresivo de los ’70 a lo largo de prácticamente todo el disco. Los sintetizadores de Nicolás Quinteros y los violines de la artista serbia Larissa Terescenko dan al álbum una constante reminiscencia al sonido gestado por artistas como Rick Wakeman, Keith Emerson y Jean Luc Ponty.
En The Wheel Of Fortune el metal cobra un protagonismo que había estado dormido en el resto del día. Aquí es donde destaca la solidez de Andrés Rojas en batería. El cantante invitado Cesar Vigouroux, por su parte, se vale de sus gritos desgarradores para demostrar el nivel de los intérpretes que participan de este disco.
El broche de oro del disco lo da The World. El uso de guitarras acústicas y tambores dan al tema una onda tribal y una atmósfera reflexiva, realzada por la voz de la talentosa Karla Grunewaldt, en la que nuevamente el bajo de Marcos Sánchez hace gala de toda su capacidad técnica.
En estos tiempos, hacer un disco de 46 minutos puede parecer mucho. Más aun si es parte de una trilogía. Pero cuando un disco tiene la calidad técnica y artística como la que tiene The path of the Empress, part 1, toda ambición es permitida.
Marcos Sánchez – The path of the Empress, part 1 (2017)
Following the path traced by his bandmates, Delta’s bassist Marcos Sánchez is creating a new personal artistic line with the reléase of his debut solo album. Inspired by tarotology’s major arcana, and supported by his rich instrumental skills, this young musician brings to us the first part of a play conceived to be a trilogy.
There’s one thing for sure Fromm the beginning: this is an album in which electric bass plays the absolute main role. Sánchez is a bass virtuoso, and he knows it. That’s why he doesn’t have any issues on bringing all his resources to steal the show with slaps, tapping, chord melody and more.
The album’s artwork is a subject by itself: an animated cover? How in hell nobody though about it before! Genius, at least.
The album walks between different sides of progressive rock. Just like Nuevos Horizontes, the solo album of his bandmate Nicolás Quinteros, Marcos Sánchez goes beyond metal, opening his way to new influences.
Thus, along the album we can find ourselves sorrounded by The Star’s jazz funk groove, or with The Hanged Man and The High Priestess ballad-ish mood. And, of course, there’s a constant influence of 70’s progressive rock all along the album. Nicolás Quinteros’s synthetizers and serbian player Larissa Terescenko’s violins contribute to get those reminiscences to the old sound created by artists like Rick Wakeman, Keith Emerson and Jean Luc Ponty.
The Wheel Of Fortune brings back the metal to the stage. Here’s where Andrés Rojas can show off his solid drum skills. Special guest singer Cesar Vigouroux, on the other hand, uses his screams to show how talented are all the musicians of this album.
The perfect-10 finale is brought to us by The World. The use of acoustic guitars and tribal drums give this track a reflexive atmosphere, which is boosted by Karla Grunewaldt’s wonderful vocal skills.
At this time, a 46-minutes album may look like a very long record. More if it’s part of a trilogy. But, when you got the technical and artistic quality The path of the Empress, part 1 has, all kinds of ambitions are allowed.
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