Reina Nutria «Jalea Real» (2016)espera un momento...
lunes 16 de mayo, 2016
Escrito por: Equipo SO
Virtuosismo, clase y humor ligero son la carta de presentación invisible de Reina Nutria. Desde su base jazz-funk se agitan cambios rítmicos de temperamentos alegres, Muy ordenado dentro de su soltura, con arreglos instrumentales destacables durante todo el álbum.
‘Mansacara’ abre el disco con energía y entusiasmo, un funkrock apurado en la agitación de la batería de onda bebop, mientras guitarras y vientos surcan los espacios haciendo de escolta a las letras que te presentan el reino al que has abierto los oídos.
Ya acomodándose en su trono, encontramos en ‘Cadáver de Mujer’ variaciones de ritmo hacia el rock clásico, retornando siempre al funk para transportar un mensaje que pasa de la confesión masoquista a los sueños de sadismo, camuflado tras la voz siempre encendida y de paso veloz. Transcurre la canción jugando entre estos dos estilos hasta que ya acercándose el final cae definitivamente en un pozo espacial donde se revela el verdadero lado rock de la banda por primera vez.
’Corteza’, como lo anuncia su nombre, escapa del estilo inicial presentando un lado más sensual, sumando voces femeninas, que junto a un ritmo simple y los vientos que no abandonan, se traducen en dulces armonías románticas con toques reggae-jazz de media luz. ’Todos los niñitos’ parte prometiendo un lamento que pronto se eleva a un llamado contestatario rock, con letras bien cuidadas que atacan directamente los estándares sociales y la forma limitada de vivir.
‘Burla’ continúa en la huella de su predecesora con letras que buscan la libertad de pensamiento y dudar del sistema, sumando elementos jazz y grandes lagunas rítmicas que te recuerdan no darla por sentada. Posteriormente ‘Un Perro Quizás’ nos sorprende con un nuevo espacio rock que recuerda en un principio a los clásicos 70’s, como ya habían anunciado brevemente en algunos puentes anteriores. Mas no tarda en volver a alternar con su característico funk-jazz con el fin de mantenerte al borde de los audífonos. Gran despliegue instrumental hasta pasada la cintura del tema donde las voces entran con nuevos colores y efectos, para presentar letras oníricas que acomodan y despiden la canción. Ya habiendo entrado en el mundo rock, ‘Esquivando Peajes’ tiene el camino despejado para presentar un tremendo groove rocanrolero apuntando a la voluntad de ser un libertino en viaje, viaje que pronto se muestra realizado en un cambio drástico pero muy acorde, con notas de folk y voces espaciales, confirmando su influencia setentera en la que vuelven al comienzo para cerrar la canción con el mismo poder inicial.
‘Puerto Luciérnaga’ te despide con un pañuelo ondeante un atardecer de domingo, donde brillan los vientos en suave tempo partiendo desde el slow-jazz hacia un reggae-funk que sigue derramando la suave melancolía del adiós, demostrando una vez más y para cerrar, la notable capacidad instrumental del conjunto.
Gran trabajo de mezcla y sonido, el disco en general presenta un volumen preciso para el bacile, preservando siempre la claridad y definición de cada instrumento, destacando el sello de cada integrante en la banda y realzando la emoción y significado de las letras. Excelente comienzo para la Nutria coronada, pronta a lanzar éste lujoso debut, esperamos en expectativa de más mareas provenientes de este reino.
Review traducido al inglés:
Virtuosism, class and light humor are Reina Nutria’s (Queen Otter) invisible presentation card. From it’s jazz-funk base rise agitating jolly rhythms. Very tidy and neat within it’s looseness, shows remarkable instrumental arrangements during the whole album.
‘Mansacara’ opens with energy and enthusiasm, based funk-rock accelerated through them bebop-ish drums, while guitars and winds cut across the musical space, escorting the lyrics that introduce us to the realm you’ve opened your ears to.
Becoming more comfortable in the throne, we find in ’Cadáver de Mujer’ (Woman’s Corpse) rhythm variations that evoke of classic rock, intermittently coming back to funk to transport a message that goes between a masochist confession to sadistic dreams, camouflaged always behind a cheerful rushed up voice. The song goes on between these two styles until -coming close to the end- it falls into a spatial pit that unveils the true rock sound of the band for the first time.
‘Bark’ as announced by its name, escapes the initial style of the album, presenting a more sensual side, adding feminine voices, that along with its simple rhythm and winds that won’t drop, translate into sweet romantic harmonies with hints of dim light reggae-jazz.
‘Todos los niñitos’(All them little children) promises a lamento that soon rises to become a protester rock, with carefully written lyrics that attack social standards and limited ways of living. ‘Burla’ carries on this same path, with lyrics that aim for freedom of thought and the right to doubt the system, along with jazz instrumental elements and several rhythm pools that remind you not to take the song for granted. Afterwards ‘Un Perro Quizás’ (A Dog Maybe) surprises us with a new rock space that reminds us of the classic 70’s, as briefly hinted in some previous bridges. But it won’t take long to come back to its characteristic funk-jazz, to keep your attention on the edge of your earphones. Great instrumental deployment until beyond the waist of the song where voices come in new colors and effects, captivating with oneiric lyrics that accommodate and finally dismiss the song.
Having entered the world of rock, ‘Esquivando Peajes’ (Evading Tolls) has a free highway to present a terrific rock and roll groove that points out the will of being a traveling libertine, travel that soon comes to life in a very precise though drastic change, with folkish sounds and spatial voices, confirming the 70’s influence in which they stay until coming back to the start to finish the song with the same initial power.
‘Puerto Luciérnaga’ (Firefly Dock) waves goodbyes with a small handkerchief a sunday afternoon, with its winds shining in a soft tempo, starting from slow-jazz and then growing to a reggae-funk that still spills the soft melancholy of goodbye, showing once again the arresting instrumental capacity of the band.
Great mixing and sound work, in general the album exhibits a nice partying volume, preserving of course the definition and clarity of each instrument, highlighting the style of every member of the band and emphasizing and hieghtening the the emotion and meaning of the lyrics. An excellent start to the crowned Otter, ready to launch its luxurious debut. We’ll be waiting for more tides coming from this queendom.
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