Omar Acosta, un apasionado » Sonidos Ocultos

Por Francisco Quevedo.

Foto por Felipe Egaña.

Un infarto se llevó al guitarrista y vocalista de BBS Paranoicos y Bonzo. Músico hasta la médula, su trabajo dejó un legado en la escena nacional chilena. No es para menos: Acosta se dedicó a su pasión más de la mitad de su vida.

El 19 de octubre de 2023, una nueva ola azotó la playa de la escena musical local. Ese día murió el músico Omar Acosta, guitarrista primero, vocalista después, de la banda BBS Paranoicos, conjunto que integró desde mediados de 1996 hasta 2022.

La ola llegó lejos y la noticia caló hondo. Junto a BBS, Acosta se consagró dentro del mundo musical chileno, contribuyendo en algunos de los mejores discos del grupo y estampando su sello en cada canción. Su partida dejó en estado de shock a más de alguno y no es para menos: Acosta apenas tenía 45 años y su deceso se produjo por un infarto.

Gracias, mamá

Al momento de su muerte, Acosta se encontraba visitando a su madre en la localidad costera de Isla Negra. Es paradojal que justo haya sucedido visitando a su madre, figura sobresaliente en la vida del músico, debido a que ella fue esencial durante su carrera. Lo incentivo y apoyó, dándole el sustento y seguridad necesarios a las intenciones de Acosta de convertirse en músico y vivir de ello, punto bastante difícil de lograr en ese medio. En el libro “Tanto Insistir” (2021) de la periodista Rossana Montalbán se entregan más detalles que reflejan la importancia de su madre: es descrita como “melómana que le traspasó la predilección por artistas como Pat Benatar y el pop de los años 50”, señala una publicación de La Tercera, un día después del fallecimiento de Acosta. “Esa es una de las grandes características que lo definen como músico. Este apoyo de la madre. Esta figura materna, y paterna a la vez, que es muy importante para él, que le da esa seguridad, ese apoyo, ese amor, la seguridad afectiva y económica que le permiten seguir desarrollándose”, comentó la propia Montalbán a La Tercera.

Además del gusto por Pat Benatar transmitido por su madre, las influencias de Acosta fueron el heavy metal y sonidos más pesados, donde Judas Priest, Pantera, Iron Maiden fueron algunos ejemplos. “En cuanto a sonido me gusta harto el heavy metal de los ochenta. No sé, me acuerdo ahora, conversando con el sonidista más o menos de referencias, le mostraba un disco que me gusta caleta de Judas Priest, el “Point of Entry”. Discos de Maiden también de los ochenta. Como el “Killers”, el “Iron Maiden”, el “Piece of Mind””, confidenció a Rockaxis en el año 2018.

Esta afición por Iron Maiden es ratificada por excompañeros de colegio. “Su afinidad con la música la tuvo de siempre. Su grupo de cabecera, como muchos de nosotros, era Iron Maiden. Siempre rayamos mucho la papa con el “Powerslave” (1984). Él nos guio a muchos a que nos gustara mucho más la música”, comentó Manuel García a La Tercera.

La mayor parte de su carrera militó en BBS Paranoicos. De hecho, en la banda estuvo 26 años, es decir, más de la mitad de su vida fue integrante de BBS Paranoicos, dato que no deja de sorprender. Su salida se acordó por “diferencias irreconciliables” con los demás miembros. Sin embargo, su estadía tuvo grandes pasajes, según reveló a Nación Rock en el año 2020. “Yo entré a la banda el ’96 cuando estábamos haciendo el «Hardcore para señoritas», así que para el «Algo no anda» ya llevaba cuatro años aproximadamente. Yo siempre he tenido la suerte de tener claro lo que quiero hacer en la vida, mi norte, que era ser músico y cantante. Todo lo que pasó desde que entré a la banda era algo que esperaba y que quería y sigo en esa misma parada, comprometido y con ganas de seguir haciéndolo y ojalá cada vez mejor, lo sigo haciendo con las mismas ganas que hace más de 20 años”, afirmó.

Por suerte, y como suele ocurrir en este tipo de historias, Acosta no concentró todos sus esfuerzos en un solo proyecto. También lideró al grupo Bonzo, suerte de supertrío musical: Omar Acosta, Rodrigo Barahona en batería (Fiskales Ad-Hok) y Gerardo Elgueta en bajo (Alectrofobia) fueron la última formación. Las influencias ochenteras fueron uno de los motores de este colectivo, cuestión que motivaba a Acosta y que él mismo dejó claro en la conversación con Rockaxis. La portada del último disco que editaron, llamado “Bola Extra” tiene a un gato en la portada y se llama Bonzo (“Es como nuestro Eddie de Iron Maiden”, explicó Acosta a Rockaxis). “Este gato representa un poco la música, es bien callejero, medio sucio, medio maldadoso y que ahora lo adoptamos como nuestro símbolo, nuestra mascota”, añadía.

Pero músicos como Omar Acosta no solo son música, música y música. Tienen opiniones e intentar defender sus puntos de vista. Por ejemplo, Acosta fue muy crítico con lo vivido durante el periodo de la pandemia, que detuvo tantos proyectos e ideas. Ante esto, tenía un punto de vista particular. “Esta huevada de la pandemia yo creo que le vino como anillo al dedo a este gobierno, quienes han tomado puras medidas estúpidas, como sacar a la gente como caballo de carga para puro ir a trabajar. Yo creo que cuando esto pase seguiremos, porque todavía estamos con sangre en el ojo por todas las injusticias que siguen pasando. Nos siguen dando aspirinas y le han hecho el quite al plebiscito como quieren, pero el sentimiento es el mismo, yo creo que apenas se pueda las manifestaciones volverán. Se ha acumulado más rabia”, manifestó a Nación Rock (2020).

Esta rebeldía y consecuencia podrían ser algunas de las características que más se recordarán de Omar Acosta. Su anticipado funeral fue acompañado por centenares de personas (cerca de 300, según reportes de prensa). El vocalista de Sinergia, Don Rorro, estuvo presente para el “hasta luego”. “Vengo saliendo del funeral del Omar. Muchas historias. Muchos recuerdos. Me encontré con muchos amigos, compañeros de ruta. Harto rock en todo el sentido de la palabra. Nunca uno tiene que olvidar de dónde viene, quién es, quiénes son sus verdaderos amigos. Qué es lo importante y qué no es importante. Muy emotivo todo, pero Omar tuvo la despedida que se merecía. Momento muy triste, pero al mismo tiempo muy bacán”, comentó a La Tercera. Músicos de bandas como BBS Paranoicos, Bonzo, Sinergia, Alectrofobia, Yajaira o Profano también acudieron a la cita para despedir al guitarrista.

Al momento de recibir el llamado de la muerte, Acosta estaba embarcado en presentaciones en formato solista y con Bonzo. Todos sus planes quedaron truncos, pero su legado (palabra tan de moda por estos días) perdurará. Eso nadie ni nada se lo podrá arrebatar.

Lo que sí, y esta es una reflexión que surge a partir de hechos de esta índole: es gratificante constatar que músicos que partieron tan jóvenes, como el caso de Omar Acosta, hicieron tanto en vida. Pese a que tan sólo vivió 45 años, más de la mitad de su vida la dedicó a la música: a crear, escribir, tocar…en fin, a hacer feliz a tanta gente.

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