Brian Molko, un auténtico provocador
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Brian Molko, un auténtico provocador

Brian Molko, un auténtico provocador

miércoles 28 de agosto, 2024

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Escrito por: Equipo SO

Por Francisco Quevedo.

El vocalista de Placebo irrumpió a mediados de los 90s con un estilo único y logró un éxito inmediato. Hoy, casi 30 años después, sigue maniobrando los destinos del grupo porque no se puede hablar de Placebo sin hablar de Brian Molko.

Buscando hacerle una finta a cualquier lugar común, durante los noventa – esa década generosa en proyectos, intentonas, íconos, aciertos y desaciertos, momentos memorables, etc- la irrupción de Placebo fue un bálsamo dentro de la escena. Con Brian Molko a la cabeza, el grupo fue un remolino, un revulsivo tan agresivo como necesario. Si usted hace un breve ejercicio de memoria, recordará que, en 1996, año en que explota el fenómeno Placebo, el Reino Unido vivía bajo el dominio del movimiento britpop y otras expresiones musicales y artísticas.

En ese contexto inundado de personajes semi onderos, que se vestían con ropa de marca y cantaban canciones “alegres y joviales” (aunque trataran temas tristes o angustiantes), un día apareció un vocalista y guitarrista de aspecto ambiguo, cantando nasalmente letras que hablaban de la desadaptación social o el rechazo e intentando representar a los que “caminan por fuera del camino”. Con un semblante oscuro y depresivo, cargado de melancolía y provocación, pero a la vez tan auténtico, Brian Molko causó un efecto de inmediato en la audiencia. Desde muchos puntos de vista, el éxito de Placebo descansa en la figura de su vocalista.

Ciudadano del mundo

Brian Thomas Molko Farrel nació en Bruselas, Bélgica un 10 de diciembre de 1972. Debido al trabajo de su padre, Molko y su familia fueron nómades, residiendo en diferentes países. Ciudadanos del mundo, la familia Molko definió Luxemburgo como su residencia definitiva. Según diversas notas de prensa, la separación de sus padres marcó un punto de inflexión en su adolescencia puesto que hasta ese momento, Molko era un “niño de bien”, un activo participante de las actividades de la iglesia y apegado a los cánones sociales. Sin embargo, la separación parental lo alejó de la Iglesia y le produjo un remezón (en este caso si amerita la palabra) llevándolo a rebelarse contra lo establecido.

Molko ha reconocido que fue Sonic Youth la banda que lo impulsó a dedicarse a la música. Ya una vez establecido en Londres para estudiar, conoció al baterista Steve Hewitt, personaje clave en la formación de lo que sería Placebo. Al dúo se le unió Stefan Olsdal, excompañero de escuela de Molko en Luxemburgo. Tras algunos ensayos y grabaciones de demos y maquetas, la pista de despegue estaba lista para que comenzara el vuelo.

Una refrescante irrupción

El éxito llegó rápido para Placebo. Sin exagerar, fue inmediato. “Conseguimos ser el centro de atención muy rápidamente y abrazamos nuestro éxito inicial con mucho júbilo”, comentó Molko a Independent en 2017. “Teníamos una sensación de total incredulidad, como si fuéramos escolares traviesos que habían engañado a todo el mundo y estaban a punto de ser descubiertos en cualquier momento. Así que adoptamos el estilo de vida del rock n’ roll con enorme entusiasmo, como creo que toda banda joven debería hacerlo, ¿sabes? Es un rito de iniciación y viene con el territorio. Nos sorprendió lo bien que le fue al primer álbum, particularmente cuando ‘Nancy Boy’ llegó al número 4 en las listas y tuvimos que presentarlo en Top of the Pops; ¡Eso realmente nunca había sido parte del plan! Nuestra motivación era simplemente no conseguir nunca un trabajo en una oficina; esperábamos poder pagar el alquiler y poner comida en la mesa y hubiéramos estado muy satisfechos con eso, pero el universo tenía planes diferentes para nosotros. Destacamos como un pulgar dolorido en una escena musical donde el Britpop era el rey; El momento fue accidental, pero también resultó bastante fortuito para nosotros”, agregó al mismo sitio.

Ya para el segundo álbum –el esencial “Without You I’m Nothing” de 1998- contaban con Hewitt como miembro oficial y alcanzaron un reconocimiento mundial unánime. No sólo del público y la crítica sino de sus pares, como Robert Smith o David Bowie, quien se convirtió en un “mentor” para la banda, en especial para Molko. “David me enseñó cómo ser una mejor persona, pero fue necesario su fallecimiento para que realmente reflexionara sobre ello. Cuando sucedió (en el año 2016), yo era demasiado arrogante y demasiado borracho para notar el impacto real de lo que estaba pasando (…) Lo que pasaba con David era que trataba a todos con quienes entraba en contacto con la misma dignidad, amabilidad y humanidad, sin importar cuál fuera su estatus. Podrías ser el camarero o Johnny Cash. Obtendrías la misma cantidad de respeto. Ese es realmente el legado de David para mí”, afirmó a NME en 2022. Bowie los invitó a girar con él durante cinco años y los apoyó desde el comienzo, incluso antes de que editaran su primer disco.

Desde aquel mega acierto, Placebo lanzó seis álbumes de estudio, más otros en vivo, compilaciones y lados B…siempre con Molko en los comandos. Desde la salida de Hewitt el año 2007, y después de fallidos bateristas que no han logrado consolidarse, ahora Placebo funciona como dúo.

Estilo único

Sin dudas, el estilo de Brian Molko es uno de los sellos más distintivos de Placebo. Su música, sus letras e incluso su estética (quizás el rasgo más reconocible) han influenciado a hordas de seguidores. Su estilo provocador y libre de etiquetas y amarres fue algo que Molko ha intentado explotar durante toda su carrera. «Quería desafiar la homofobia que estaba presenciando en la escena musical. Quería que cualquiera que fuera un poco homofóbico apareciera en nuestros conciertos y pensara: ‘Oh, realmente me gusta el cantante’. ¡Esta buena!’ sólo para descubrir más tarde que el cantante se llamaba Brian, lo que con suerte los llevaría a regresar a casa y hacerse algunas preguntas. Por supuesto, el travestismo fue una elección estética, pero para nosotros también fue un acto político; eso era una parte muy importante de lo que estábamos tratando de lograr en ese momento”, explicó a Independent en 2017. En una conversación con el sitio DIY al año 2022, el vocalista agregó que «parece que para nosotros era una necesidad real expresarnos de esa manera. No intentábamos ser extremadamente diferentes, simplemente intentábamos ser nosotros mismos».

Y claro, el mensaje del grupo ha sido otro factor esencial. “El mensaje que traemos cuando vamos a cualquier parte y tocamos en un concierto es un mensaje de tolerancia, comprensión y aceptación y es algo maravilloso, porque Placebo se convirtió muy pronto en una banda para los marginados, los inadaptados, los cuadrados. clavijas en los agujeros redondos. No nos propusimos hacer eso, pero en eso nos convertimos y, por supuesto, Stefan y yo (Olsdal, socio musical de Molko desde que comenzó la banda en 1994) crecimos sintiendo que no encajamos y solo por el hecho de ser honestos. Y siendo abiertos al respecto, apelamos a un gran número de personas que sentían que no necesariamente había una voz para ellos. Y eso continúa hasta el día de hoy, esta comunidad realmente grande que ha crecido a nuestro alrededor y se identifica con lo que representamos”, resaltó a Independent (2017).

Sin embargo, el éxito alcanzado durante la primera etapa del grupo se convirtió en un “fantasma” para Molko. Mientras giraban el año 2016 conmemorando los 20 años de la banda, el setlist rescataba viejos himnos, hecho que para el vocalista se volvió insoportable. «Stefan (Olsdal) dice que nunca ha conocido a nadie con un umbral de aburrimiento más bajo que yo. Cuando estás aburrido del sonido de tu propia voz, pero tienes que presentarla en público a diario, se crea una gran disonancia cognitiva. Hacia el final (de la gira), nos sentimos como efigies de cera moviéndose alrededor del planeta. En ese momento me dije a mí mismo, realmente quiero reaccionar contra este tipo de comercialismo descarado en términos de lo que haré a continuación como letrista y qué estados de ánimo creo en el estudio. Decidí en 2017 que todo lo que es ‘esto’, el próximo disco no lo será», confidenció a DIY (2022). Y ahí nació la última placa titulada ‘Never Let Me Go’, lanzada en 2022.

La gira que promociona este último disco está alejada de los grandes éxitos y se enfoca en las canciones nuevas, decisión que a desagradado a muchos fanáticos. Hace algunas semanas, en la prensa chilena se publicaron notas que daban cuenta del descontento de los seguidores chilenos y las dudas en sobre si ir o no a un show de Placebo, fijado para el 20 de marzo de 2024 (a todas luces, pensar eso es muy absurdo…qué importa que toque la banda, uno va al concierto porque le gustan, no para escuchar sólo los grandes éxitos. Placebo ya tiene un estatus ganado por lo que si quieren tocar “los pollitos dicen…” versión The Cure, están en total derecho de hacerlo…). No está demás recordar que la relación Placebo-Chile es fuerte. Cada vez que han venido ha sido un acontecimiento debido a la numerosa fanaticada que tienen en este terruño. Incluso el año 2010 visitaron la Moneda y se reunieron con el entonces presidente de la República, Sebastián Piñera.

Esta jugada graficada en el setlist de la gira, confirma que hoy Brian Molko se mueve en las aguas del misterio y juega con ese elemento. “Para decirlo de manera muy simple, en un mundo y una cultura donde hay una sobrecarga continua e ininterrumpida de imágenes, sonido, ruido y contaminación de todo tipo, hemos adoptado más bien un principio de ‘menos es más’”, confesó a NME (2022). En la misma entrevista agregó que “se adapta a nuestra edad. Tienes que entender que venimos de una generación completamente diferente, de un siglo diferente. En nuestra infancia, crecimos con los teléfonos conectados a la pared. Crecimos antes de las computadoras personales. Tenemos una perspectiva diferente (…) (con Stefan) No decimos demasiado, para que no haya una sobresaturación de tonterías. La gente no se distrae con lo que cenamos. Cuando hablamos, la gente escucha más atentamente” (NME, 2022).

Esta postura le permite no quedarse en el pasado. “Mientras no nos convirtamos en un acto patrimonial, no sé cómo hacer nada más. Es lo que he estado haciendo desde que tenía 20 años». Tratar de precisarles los detalles de lo que les depara el mañana es un poco más complicado, pero claro, ‘futuro’ es una palabra grande y aterradora en este momento”, declaró a NME (2022). Y, no contento con eso, entregó la siguiente reflexión: “Eso es difícil de decir, porque ¿quién puede decir si alguno de nosotros estará aquí dentro de 10 años? Es difícil hablar del futuro en un día como este, sólo desde una perspectiva humana. Soy un ser humano antes que un músico o un entrevistado o algo así. Tengo miedo, como estoy seguro que mucha gente lo tiene. Así que esperemos que todavía podamos tener esta conversación dentro de 10 años. ¡Eso es suficiente para mí! Eso es todo lo que tengo hoy” (NME, 2022).

Brian Molko en su máxima dimensión, una en dónde conviven la oscuridad, melancolía, la desesperanza, la desadaptación y, por encima de todo, la provocación y la autenticidad.

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