Sonidos Ocultos

King Diamond : El Rey que no quiere abdicar

A través de su música, letras, estética y carisma, King Diamond se ha convertido en una de las figuras más influyentes para bandas del calibre de Metallica, Kreator, Death o Slayer. Acá, un repaso a un personaje que parece estar en un eterno coqueteo con la inmortalidad.

Dentro del variopinto universo del rock y el metal, donde pululan personajes de todo tipo y para todos los gustos, hay uno que destaca con oscuras luces propias: King Diamond. El líder de Mercyful Fate y del grupo que lleva su nombre, es una de las figuras más prestigiosas de la escena.

“Mucho antes de que existiera Ghost, existió King Diamond: un ghoul con la cara pintada con un gusto por lo macabro y una relación más que pasajera con el Diablo”, escribió Paul Travers de Kerrang! en junio de 2021 para introducir una entrevista que le hizo a King Diamond.

Y es así. King Diamond ha sido uno de los músicos que más ha influido en bandas del calibre de Metallica, Kreator, Slayer o Death (por citar solamente algunos) y, tal como describió Travers, cultivó un estilo precursor tanto musical como escénico, y que hace parecer a Tobias Forge -el rostro papal de Ghost– como u mero imitador (cuando en realidad no lo es). Seguidor sí, imitador no. King Diamond ha y seguirá trascendiendo, mientras su espíritu no diga lo contrario.

El destino estaba escrito

Desde la Europa nórdica, cuna de sonidos oscuros, Kim Bendix Petersen nació hace 66 años en Copenhague, Dinamarca. Petersen comenzó sus incursiones musicales como guitarrista de Brainstorm a medidos de la década de los setenta. Sin embargo, la agrupación se separó y el entonces guitarrista buscó nuevos rumbos. Gracias a un aviso, recaló en Black Rose, grupo en que descubrió que tenía pasta como vocalista. “Una noche, un fan se acercó y dijo: ‘Oye, deberías usar más tu falsete, suena bastante bien’. No tenía idea de lo que quería decir, así que le pedí que lo aclarara y me dijo: ‘Oh, es cuando alcanzas las notas altas’. Gracias a ese tipo, en realidad comencé a trabajar en eso”, relató Diamond a Kerrang! (2021).

Tras la disolución de Black Rose, Petersen, junto a su compañero Hank Shremann, comenzaron a trabajar en otro proyecto. Michael Denner, Timi Hansen y Kim Ruzz se unieron a la travesía y nació Mercyful Fate, una de las bandas más influyentes del metal, pese a que apenas lanzó dos discos en la primera mitad de la década de los ochenta: “Melissa” (1983) y “Don’t Break the Oath” de 1984. El estilo cultivado por la banda, más la potencia vocal y escénica de Diamond, fueron una receta que se hizo irresistible y con la cual alcanzaron el éxito. Diamond salía (y sale hasta hoy) maquillado y usando un pie de micrófono hecho con huesos de piernas, además de un cráneo bautizado como Melissa, en alusión a la canción y primer disco que llevan aquel nombre. “(El maquillaje) comenzó con Peter Gabriel. Había visto fotos de Alice Cooper, pero fue cuando vi a Genesis en vivo que pensé: ‘Si hago algo, tengo que tener un espectáculo que vaya con la música’. Vi a Alice al año siguiente, en 1975, y eso me dejó alucinado”, confidenció a Kerrang! (2021).

El cráneo también tiene su historia. “La calavera fue algo que obtuve de mi hermano y también las tibias cruzadas en el soporte del micrófono. El papá de uno de sus compañeros era un médico que enseñaba a estudiantes de medicina con cadáveres donados. Cuando terminaron, les quitaron la piel y pusieron todas las partes de hueso en barriles. Terminé con los huesos de la pierna y el cráneo, pero ella terminó siendo robada en un espectáculo (en Países Bajos)”, relató (Kerrang!, 2021).

En 1985, Mercyful Fate se disolvió en buenos términos, amistosos. En el acto, Diamond creó un grupo nuevo tomando su propio seudónimo y este también le traería buenas nuevas. En el nuevo proyecto se embarcó junto a sus camaradas Michael Denner y Timi Hansen, ambos ex Mercyful Fate. Completaron la formación Mikkey Dee (sí, el de Motörhead) y Andy LaRocque (quien es el único que lo acompaña hasta hoy) El primer disco de la nueva agrupación, que tomó el nombre porque, según Denner y Hansen, les reportaría mejores oportunidades laborales (y vaya que estaban en lo cierto), fue “Fatal Portrait”, lanzado en el invierno europeo de 1986. El álbum tuvo una favorable acogida, pero su segundo trabajo, titulado “Abigail” y editado en 1987, fue el golpe a la cátedra. Este LP fue conceptual y narró una historia ideada por el propio Diamond y que nació en sus sueños. “Sí, estaba soñando esa noche y me desperté a causa de una tormenta eléctrica. Tenía tanto miedo de que si me volvía a dormir lo olvidaría todo por la mañana. Así que me levanté en contra de mi voluntad, preparé una taza de café y comencé a tomarlo todo” (Kerrang!, 2021).

“Abigail” fue un suceso y se convirtió en una de las piedras angulares del género black metal, siendo considerado un clásico hasta nuestros días. En el año 2017, King Diamond realizó una gira presentando este disco en su totalidad, periplo que lo trajo a Chile en octubre de ese año, en el marco del festival Gets Louder. Una semana antes de aquella presentación, el “Rey Diamante” concedió una entrevista a La Tercera, en la que trató la injerencia y el legado de “Abigail”. “De partida, fue el primer álbum conceptual de horror, ninguna banda hizo algo así antes y para cuando salió el disco todo se sintió como una revolución, causó un revuelo más fuerte del imaginado. Además, tiene mucha dinámica, hay metal puro pero también segmentos acústicos y otros con cellos, todo bien análogo, algo que intentamos replicar en vivo (…)”, señaló al citado medio. Posteriormente, específicamente en 2021 cuando habló con Kerrang! también entregó algunas impresiones sobre ese trabajo: “ (…) tenía muchas ganas de escribir un álbum conceptual de terror. La música se desarrolló con ella y se volvió más teatral. No es que fuéramos los primeros en tocar esos temas. Black Sabbath ciertamente se había adentrado en el lado oscuro, pero fuimos uno de los primeros que se pararon al otro lado de la valla y miraron todas estas cosas desde un punto de vista diferente”, relató.

Un Rey saludable

Después de “Abigail”, King Diamond ha seguido una carrera en paralelo tanto con su banda homónima como con Mercyful Fate. Múltiples discos, giras y actividades han copado su agenda. Sin embargo, el año 2010 estuvo a punto de decir adiós. Fue una cirugía al corazón que lo tuvo contra las cuerdas, al punto que él lo ha calificado como una de las peores experiencias de su vida (“He enfrentado lo peor que hay que enfrentar”, dijo a Kerrang!, 2021). En concreto, ser un fumador empedernido lo llevó a esta situación límite. El propio Diamond lo ha relatado en diversas entrevistas, dándole un carácter testimonial a su relato, ya que para él superar esa prueba fue tener una segunda oportunidad en la vida, oportunidad que no ha desaprovechado. Muy por el contrario. “Estaba conectado a un respirador y sentí que me estaba asfixiando lentamente hasta morir. Cuando no puedes respirar a tu propio ritmo y eres consciente de ello… Entré en pánico y traté de sacar ese maldito tubo de mi maldita garganta (…) había una especie de barra de metal en el pecho y podía sentirla debajo de la piel, para mantener unida toda la caja torácica (…) cuando traté de respirar, me quitó el aliento. Entonces entraron los médicos. Traté de guiñarles un ojo porque decían: ‘Si puedes hacer señales, puedes respirar por ti mismo’. No sabía si podía respirar por mí mismo, pero quería que me quitaran ese tubo de inmediato. Me ataron los brazos y las piernas a la cama. En mis pensamientos les supliqué que me mataran, les supliqué: ‘Por favor, termínenlo, esto ya es bastante jodido’”, contó a Kerrang! (2021). Después vino una ardua rehabilitación y un cambio radical en su vida, comenzando por dejar de fumar para siempre, medida obvia, pero que no todos pueden jactarse de lograr. Para comenzar, tuvo que aprender a caminar de nuevo. “Cuando volví a caminar le preguntaba a mi esposa si sentía mi mano o podía escucharme porque hay días en que te sientes en un limbo, como si no estuvieras realmente allí, como si no perteneciera a este lugar” (La Tercera, 2017).

Pero, cuál Lázaro, King Diamond volvió a escena. “Mi vida ahora está completamente orientada a lo saludable. Hago ejercicios a diario, camino dos kilómetros cuatro veces a la semana, mis exámenes han salido muy bien” (La Tercera, 2017). La comparación con el bueno de Lázaro no es trivial ya que Diamond siempre ha sido conocido por su relación con el satanismo, corriente que él conoce muy bien. Al mismo tiempo, Diamond es crítico con la religión, a las que “odia” sin distinción. “Respeto a la gente y sus creencias, pero detrás de toda religión hay un abuso de poder. Siempre ha sido así, incluso antes del cristianismo: donde ha habido una religión han habido también acciones horribles en nombre de un dios, sin respeto entre los seres humanos. No estoy diciendo que no existan dioses, sería estúpido de mi parte porque cómo yo podría saberlo. No puedo decir si hay uno o varios, nadie puede demostrar que tiene la razón sobre otro. Si alguien pudiera comprobarlo entonces todos lo seguirían”, explicó a La Tercera, 2017.

Esa conexión con el satanismo, el ocultismo y lo paranormal, tiene su origen en la época en que vivía en Copenhague, Dinamarca. “Viví en una casa en Copenhague que estuvo súper encantada durante muchos años, con tazas de té voladoras y cosas así; hubo un momento en que vi vasos que se levantaban de la mesa (…)”, relató a The Guardian en 2015. En otras entrevistas ha ahondado en estos conceptos. “Al vivir en ese apartamento comencé a leer libros sobre ocultismo, pero la mayor parte de lo que leía estaba escrito desde un punto de vista cristiano muy específico. Así que fue bastante liberador encontrar un libro de Anton LaVey llamado La Biblia Satánica. Que realmente no es el título correcto para ese libro, porque es un libro de filosofía. Las letras de King Diamond están llenas de ese lado filosófico y eso se debe en gran parte a mirar alrededor, ver lo que sucede y cómo interactúa la gente”, explicó a Kerrang!, 2021.

Como se puede apreciar, King Diamond goza de buena salud. Cierto es que otros artistas han superado pruebas durísimas (enfermedades, accidentes, muertes de seres queridos, etc), pero casi nadie puede afirmar con propiedad que ha ido y vuelto del infierno. Y, lo que es peor, pocos aprovechan la segunda vida que les fue concedida. Algunos afirman que la inmortalidad no existe, pero revisando y leyendo la historia del Rey Diamante, podríamos estar frente a un personaje que roza, quizás, algo parecido. Si este fuese un cuento infantil danés, comenzaría con un “Había una vez, un Rey que no quería abdicar…”

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