Tom Morello, el Hombre
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Tom Morello, el Hombre

Tom Morello, el Hombre

lunes 21 de noviembre, 2022

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Escrito por: Equipo SO

Ya sea con Rage Against The Machine, Audioslave, bajo el alias de “The Nightwatchman” o cualquier otra faceta, Tom Morello ha dejado su sello en la historia reciente del rock. Su estilo e identidad como guitarrista y artista es casi inconfundible. Así, Morello no se cansa de testificar.

Mundialmente conocido como Tom Morello, el innovador guitarrista siempre ha dado a conocer su postura en materia política, ya sea por participar en actos sociales, promover otros tantos o bien, y no menos relevante, su guitarra incendiaria en Rage Against The Machine (RATM) o bajo el seudónimo de “The Nightwatchman”. En RATM, su faceta más conocida, están también parte de las prédicas más populares que se recitaron de forma masiva desde la mirada de la izquierda en plenos años 90 en un país como Estados Unidos. Morello, junto a sus socios, es uno de los responsables de ese fenómeno.

Keniano-americano

La política y la música dijeron presente desde muy temprano en la vida de Morello. Hijo de Ngethe Njoroge, político keniano de vasta trayectoria y de Mary Morello, profesora estadounidense. «Mi madre fundó la organización Parents For Rock And Rap, que era un grupo de presión contra la censura. Mi padre fue un luchador por la independencia de Kenia (parte del movimiento guerrillero Mau Mau Mau), y luego se convirtió en el primer embajador de su país ante la ONU. Y mi tío abuelo fue Jomo Kenyatta, el primer presidente de Kenia. Así que muy pronto me di cuenta del activismo político y de la lucha por los derechos de los demás», narró Morello a Metal Hammer el año 2006.Con este historial, se puede decir que la política corre por las venas de Morello.

Su madre fue una trotamundo. En uno de aquellos periplos, conoció al Njoroge. Fruto de la relación, nació Tom en 1964. Sin embargo, casi un año y medio después, su padre no lo reconocería y volvería a Kenia, dejando a su madre a cargo de Tom.

En la escuela, Morello fue víctima de racismo por parte de sus compañeros. “Tocaban mi cabello, preguntaban por qué las palmas de mis manos eran de un color diferente al dorso, se preguntaban si yo era su igual intelectual y me llamaban todas las palabras que a veces llamas el único niño negro en la clase”, explicó al sitio NME. El joven Morello desarrolló ideas políticas en la misma época, definiéndose como un “socialista no sectario”, definición que claramente distaba mucho del resto de sus compañeros. Las mismas inclinaciones políticas lo llevaron a estudiar Ciencias Políticas en Harvard, graduándose en 1986. Su futuro parecía estar en ese camino, sin embargo, hizo un giro en su vida y se mudó a Los Ángeles, ciudad en que las hizo de stripper para poder vivir. Luego, trabajó en política, específicamente con el entonces senador Alan Cranston, experiencia que lo alejó para siempre de ese mundo.

La música, el motor

En paralelo, Morello había desarrollado una ávida afición por la música y las artes. Desde la etapa escolar ya integraba bandas musicales en las que cantaba y tocaba guitarra. Tal como reseñan algunos artículos sobre su vida, sus influencias se centraban en el rock y el metal, destacando Black Sabbath, KISS, Led Zeppelin, AC/DC y Iron Maiden, como las más nombradas. A esto se sumaban Queen, bandas punk rock – The Clash, Sex Pistols– y el rap, sin dejar de lado a los héroes norteamericanos modernos (Bob Dylan y Bruce Springsteen). En definitiva, la parrilla de sonidos que escuchaba Morello era bastante completa y su estilo al tocar guitarra es una prueba casi irrefutable de que así es. “Al principio todo era hard rock y metal, luego fue punk rock. Me encantaba el metal, pero el contenido de las letras (cosas sobre ocultismo y groupies) no era algo con lo que mi yo de 13 años pudiera identificarse siempre. The Clash y Sex Pistols me hablaron de una manera que me hizo darme cuenta de que puedes hacer música súper rockera, mientras eres inteligente, con un punto de vista con el que me puedo relacionar: menos que ver con el diablo y más que ver con pegarse al hombre”, declaró a Kerrang el año 2021.

El éxito lo alcanzó en 1992, año crucial en que fue lanzado el primer disco de RATM (previamente, Morello había estado en Lock Up, agrupación con la que alcanzó a editar un solo álbum). El debut de RATM, que rompió la escena de principios de los noventa, fue la combinación perfecta entre el estilo de cantar-recitar-rapear de Zack De la Rocha, la forma única de interpretar la guitarra de Morello y la base sólida y rítmica de Tim Commerford en el bajo y Brad Wilk en las baquetas, integrante al que Morello conocía desde la época de Lock Up.

El cuarteto dio que hablar de inmediato (basta con ver alguno de los videos del año 1991-92 que están en la plataforma Youtube). Pese al explosivo éxito y a que los seguidores aumentaban y aumentaban, el grupo no fue prolífico en cuanto a lanzamientos de discos se refiere, publicando apenas tres más: “Evil Empire” (1996), “The Battle of Los Angeles” (1999) y “Renegades” del año 2000. Con las nuevas plataformas musicales, se han lanzado nuevos compilados, lados B, rarezas, reediciones y registros en vivo de la banda. Estos, sin dudas, aportan para entender más la esencia y arrastre del grupo.

La historia de RATM se pondría en pausa por algunos años después de que De la Rocha abandonara el barco por desavenencias artísticas con sus camaradas de ruta. No obstante, el cuarteto se ha reunido dos veces más realizando sendas presentaciones. En el año 2010, dieron un show en Chile que, a juicio de Morello, fue “el mejor, posiblemente fue el mejor show”, destacando que “Santiago es la audiencia más loca que jamás haya visto en algún lugar (…) Si has visto videos del Live Aid de Queen es así, pero multiplicado por diez, es un público realmente loco”, apuntó Morello, quién desde aquella ocasión, o incluso antes, ha mantenido una relación más bien cercana con Chile y su acontecer social y político. Vale acotar que en la actualidad RATM está activo.

En el intertanto, el trío Morello-Commerford-Wilk se unió a Chris Cornell para formar Audioslave, tras una recomendación del productor Rick Rubin. Corría 2002 cuando lanzaron su primer trabajo juntos y, era que no, la sociedad dio sus réditos, dejando tres discos y un recordado concierto en La Habana, Cuba. Durante esta etapa, las consignas políticas quedaron guardadas en el cajón, por lo menos mientras Audioslave estuvo en el ruedo. El intento de reunión quedó truncado para siempre tras la muerte de Cornell en 2017. “Es difícil separar los sentimientos positivos sobre la creación de esa música de los sentimientos de pérdida sobre Chris Cornell. Es agridulce. Pero por mucho que yo fuera amigo y compañero de banda de Chris, nunca dejé de ser un fan. Poder escuchar su hermosa voz cantando sobre esos discos, y los discos de Soundgarden, y Temple Of The Dog, y sus cosas en solitario, es un pequeño consuelo por el hecho de que ya no está aquí. La brillantez de su trabajo nunca será eclipsada”, confidenció a Kerrang en 2021.

Morello ha participado en otros proyectos. Prophets of Rage, agrupación que se formó en 2016 y que funcionó hasta 2019, fue una de ellas. La formación era de lujo: la dupla Commerford y Wilk más Chuck D y DJ Lord de Public Enemy y B-Real de Cypress Hill. El grupo también visitó Chile, viaje que Morello se encargó de registrar tras dar una vuelta, en compañía de Ana Tijoux, por las tumbas del expresidente Salvador Allende y Víctor Jara.

Trabajar con Bruce Springsteen e integrarse a la E Street Band por un tiempo en reemplazo de Steve Van Zandt, fue otro de los hitos de su carrera. No sólo apoyó al grupo sobre el escenario, sino que estuvo presente en dos producciones de estudio de Springsteen: “Wrecking Ball” (2012) y “High Hopes” (2014). Su contribución fue muy decidora para Springsteen, quien ha reconocido que guarda la mejor impresión de Morello.

Además de estas incursiones resonantes, Morello tiene una faceta más “tranquila” y en la que ha dado rienda suelta a sus experimentos, tanto en lo musical como en las letras. Se trata de The Nightwatchman, su alter ego musical. “(The Nightwatchman) es el Robin Hood negro del siglo XXI… una reacción contra las guerras ilícitas, una reacción contra los primeros golpes, la tortura, las prisiones secretas, el espionaje ilegal de ciudadanos estadounidenses. Es una reacción contra los crímenes de guerra, y es una reacción contra unas pocas corporaciones que se enriquecen con esta guerra ilícita mientras la gente mendiga comida en las calles de la ciudad«, dijo Morello (guitarsexchange.com).

Sobre el mismo “alter ego folk político”, Morello ha agregado más definiciones. «La consolidación de los medios de comunicación necesita ser aplastada y la globalización necesita ser desenmascarada. Cuando los presidentes mienten y los políticos mienten, es tarea de la prensa exponer esas mentiras. Cuando la prensa falla, los pandilleros salen de su escondite…» (guitarsexchange.com). Más claro echarle agua. Según propias declaraciones de Morello, este personaje le ayudó a “crecer como artista y como compositor”, dejando entrever que aún hay mucha experimentación por delante.

De las seis cuerdas al más allá

Y con esa experimentación en el horizonte, aparece el elemento más destacable y reconocible de la carrera de Tom Morello: la guitarra. Desde los inicios de su carrera, Morello ya tenía una imagen particular de la guitarra que distaba de la que tenía el resto de los músicos. “(…) Todo se redujo a uno tarde en una prueba de sonido para un concierto universitario en el valle de San Fernando donde Rage estaba abriendo para dos bandas de covers. Cada una de esas bandas de covers tenía un guitarrista triturador. Los observé a ambos en la prueba de sonido y me di cuenta de que ambos tenían una técnica loca. Me di cuenta de que, si ya hay dos de esos tipos en un concierto de mierda en The Valley un miércoles por la tarde, no hace falta que sean tres. Realmente me hizo cambiar de perspectiva. Empecé a ver la guitarra de una manera deconstruida como un trozo de madera con un montón de cables y componentes electrónicos. Sí, otras personas la han tocado como Chuck Berry, Eddie Van Halen y Kirk Hammett, pero me di cuenta de que había otras formas de hacerlo (…)” (Kerrang, 2021).

En la misma conversación, a propósito del lanzamiento de su nuevo álbum “The Atlas Underground Fire” (2021), Morello explicó: “Este disco se hizo con un propósito muy explícito en mente: afirmar que la guitarra eléctrica es el instrumento más grande jamás creado por la humanidad, y afirmar que es un instrumento con futuro, no sólo con pasado. Esa es la clave. Muchos guitarristas son tradicionalistas, Dios los bendiga, y también hay elementos de eso en mi forma de tocar, pero creo que la guitarra puede ir más allá de lo que ha hecho antes (…)” (Kerrang, 2021).

Esa originalidad, plasmada a través de su guitarra, le ha permitido al buen Tom entregar su visión y principios sobre la vida, la política o la sociedad. Ya sea bajo The Nightwatchman u otra cara, Morello ha tratado de estar al tanto de la contingencia. Las canciones, en especial las de RATM, han sido coreadas por partidarios de ideas de derecha y de izquierda, situación de la cual Morello tiene su opinión. Por ejemplo, la canción “Killing in the Name” fue cantada en Estados Unidos en dos protestas políticamente opuestas entre sí. “No hay explicación para la estupidez. Hay una larga lista de himnos de la izquierda radical que son malentendidos por los tontos que los cantan en eventos como ese, desde “This Land Is Your Land” de Woody Guthrie hasta “Born in the USA” de Bruce Springsteen o “Imagine” de John Lennon: esas personas realmente no tienen idea de qué demonios están cantando. Lo único de lo que hablo en todos esos casos es que hay un poder en la música que arroja una amplia red, y eso es algo bueno, no malo. En esa red estarán los seguidores de extrema derecha, pero también habrá gente que nunca ha considerado las ideas expuestas en esas canciones y se ven obligadas a considerar esas ideas porque el rock’n’roll es genial”, afirmó a The Guardian en 2021.

Tom Morello ha reconocido muchas veces que es anti Trump. Después del asalto al Capitolio, ocurrido en enero de 2021, Morello entregó su impresión a The Guardian. “(…) La parte más fea de esto es cómo han cooptado la idea de oponerse al Hombre, al menos en los Estados Unidos. No puede haber pensamientos matizados, como: «Sí, las grandes farmacéuticas son horribles, pero conseguir una vacuna para salvar a tu abuela es bueno». Es una versión simplificada de la resistencia. Pero crecí en el país de Trump (en los suburbios de Illinois), conozco gente de allí. Son gente decente. Ellos no tienen la culpa de ser jodidos por la oligarquía durante décadas (…) Ahora, ¿qué hacemos para encontrar una manera de resistir realmente las cosas que están destruyendo el planeta? que está causando que la vida de los trabajadores sea peor que la de sus padres? La pobreza y el hambre matan a más personas que cualquier otra cosa en el planeta y son problemas creados por el hombre. Esas son las cosas en las que debemos profundizar”.

A lo largo de los años, Tom Morello ha dejado en claro cuáles son los principios que mueven su carrera y su vida. La originalidad y el no traicionar lo que uno es, la esencia misma, son un pilar clave para Morello. “Debes ser el artista y el músico que quieres ser en lugar de ser el que Tom Morello te dice que seas. Porque se te podrían ocurrir ideas que podrían superar a cualquiera de las mías. Tienes una responsabilidad cada vez que ingresas al mundo de las artes: decir la verdad en lo que haces y tejer tus convicciones en tu vocación. Eso puede aplicarse ya seas músico, periodista o carpintero… No dejes atrás quién eres en lo que haces día a día” (Kerrang, 2021).

Señores y señoras, Tom Morello ha y seguirá testificando.

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